Antecedentes
En la mayoría de los romances y escritos en prosa francesa, Lanzarote es caracterizado como el más grande y confiable de todos los caballeros del Rey Arturo, desempeñando siempre una parte importante en muchas de las victorias del rey, aunque también la caída final de Arturo se debe en parte al propio Lanzarote, cuyo involucramiento con la esposa de su señor, la reinaGinebra, destruye la unidad de la corte real.
Lanzarote es un personaje popular, y ha sido sujeto de poemas, cuentos, obras teatrales y películas como una figura relevante del círculo de leyendas artúricas. Para la gran mayoría de los seguidores de esta literatura, no hay otro caballero más conocido de entre todos los de la mesa redonda que Lanzarote. En el recuerdo colectivo, siempre se le tiene como el miembro más valiente de esa hermandad de caballeros y como el amante de Ginebra, aunque Lanzarote no es uno de los miembros originales de la mesa redonda y el desarrollo de su historia es aún objeto de intenso debate entre los estudiosos.
Lanzarote en prosa
Es la parte más extensa del Ciclo de la Vulgata (h. 1230), que comienza con el nacimiento de Lanzarote y termina con su muerte tras la caída del reino. En ella queda definitivamente perfilado el personaje y su historia y se puede considerar como su referencia mas completa.
La familia de Lancelot
El padre de Lanzarote es el rey Ban de Benwick y el nombre de su madre es Elena. Tiene un medio hermano ilegítimo de nombre Hector de Maris; el rey Bors es tío suyo y Sir Bors y Sir Lionel son sus primos. Tuvo un hijo con la hija del rey Pelles, lady Elaine de Corbenic, que también alcanzaría fama y gloria: Sir Galahad.
La Dama del Lago
El rey Ban, su padre, estaba en guerra con el reino del rey Claudas, su vecino, que invadiendo el reino de Ban, obligó a huir al rey y a la reina. En la huida, el rey Ban sufre un desmayo al ver ardiendo su palacio y por socorrerle, la reina Elena dejó a su hijo, llamado hasta entonces Galahad, solo en el campo. En ese momento, apareció Nimue-Vivian, la llamada Dama del Lago que raptó al niño. Desde ese momento tomará el nombre de Lanzarote del Lago. El niño fue criado en el palacio del fondo del lago de la Dama Nimue, donde mostró destrezas en el aprendizaje normal de un niño de alta alcurnia de la época y en el uso de las armas en particular.
Llegada a Camelot
A una edad entre los quince y los dieciocho años, según la costumbre de sus tiempos, el joven Lanzarote sale a recorrer el mundo con el debido equipamiento para alguien de su rango y sin conocer su auténtica estirpe real. Viaja, según algunos escritos, acompañado de una escolta, en pos del reino de Arturo, donde por influencias de la Dama del Lago, espera ser nombradocaballero.
Arturo y Ginebra
Una vez en la corte de Arturo, éste le encomienda la misión de traer a Camelot a su novia, Ginebra, para la boda real. En el trayecto a Camelot, sin embargo, Lanzarote y Ginebra se enamoran y desde ese momento, la vida de Lanzarote se convierte en un constante conflicto con su conciencia, dilucidando entre su amor por la reina y sus obligaciones hacia su rey.
Hazañas
Entre sus numerosas hazañas, conquistará a las fuerzas del mal un castillo llamado de la Guardia Dolorosa (Dolorus Garde), que al convertirlo en su hogar, cambiará su nombre al de Guardia Gozosa (Joyeux Garde). A su regreso a Camelot ayudará a Arturo a terminar revueltas en su contra y a asentar su posición como leal caballero de la corte del rey. Salva a numerosas damas de infinitos peligros y ayuda a «Sir Tristán» a esconder a su amada, la princesa Isolda. Emprende la búsqueda del Grial acometiendo grandes hazañas en nombre de su reina. Aunque existe además una parte oscura en Lanzarote que le deshonró profundamente a lo largo de Inglaterra; en una de sus aventuras va a parar al caserón de un noble cuya hija es llamada "la bella doncella de Astolat". Esta mujer, llamada también Elaine, se enamora perdidamente de él y consigue colocarle una prenda que lucirá en un torneo, provocando la ira de su reina Ginebra. Lanzarote se enfurece y huye en busca de Ginebra, dejando sola a Elaine y apenándola de tal modo que, a los pocos meses muere, pidiéndole a su padre que la embarque en una barcaza negra junto con una misiva para Lanzarote, para que todo el mundo sepa qué puede llegar a provocar Lanzarote en las damas al no corresponderlas. Esto provoca la ira de Ginebra y la de Arturo, y es a partir de ese momento cuando se desencadena la caída del reino de Logris.
Elaine
En una de sus mayores aventuras, Lanzarote escucha el rumor de que una doncella vive secuestrada en un castillo, y que sólo el mejor caballero del mundo podría rescatarla. Lanzarote acomete la tarea y logra sacar del castillo a una joven de belleza incomparable, que resultó ser la hija del rey Pelles, Elaine. Ella se enamora perdidamente de Lanzarote, que para su desilusión había hecho votos de castidad en honor de su reina y por lealtad a su rey. Así, Elaine consigue mediante un hechizo proporcionado por el Hada Morgana llevar a Lanzarote a su cuarto y pasar la noche con él. Al día siguiente, libre ya del conjuro, Lanzarote se da cuenta de lo que había sucedido y deja el castillo abandonando a Elaine en medio de la vergüenza y de una debilidad creciente en su cuerpo, pues según su entender, su fuerza se derivaba del mantenimiento de sus votos y promesas a la reina.
Poco después de regresar a Camelot, llega la noticia de que Elaine había dado a luz un niño; al que llamó Galahad, el primer nombre de Lanzarote. Al enterarse de esto la reina, llamó a Lanzarote perjuro y traidor, renegando de su pasada amistad y amor.
Destierro y desenlace
Cuando Arturo se entera gracias a Morgana de la relación que hubo entre Lanzarote y su esposa, condena a ésta a la hoguera y destierra para siempre a Lanzarote. Éste, sin embargo regresa a Camelot y rescata a Ginebra de su destino, matando en el afán a algunos de sus antiguos camaradas de la mesa redonda, por lo que el rey marcha en su contra. En su ausencia, su trono es usurpado por su hijo ilegítimo, Mordred, que en la lucha subsecuente con su padre le da muerte. Ginebra, al saber la muerte de su esposo entra en un convento, por lo que Lanzarote decide convertirse en ermitaño, situación en la que pasa hasta el final de sus días, sólo seis semanas después de enterarse de la muerte de Ginebra en el convento.
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